jueves, 21 de junio de 2012

Benjamín Balboa: El telegrafista republicano


Balboa, protagonista reconocido en defensa de la República.



Xosé Manuel Lema
@xmlema


Benjamín Balboa López fue uno de los protagonistas en los primeros días de la sublevación, por una reacción heroica a favor de la República desde su puesto en la estación de radio del Ministerio de la Marina, en la madrileña zona de Chamartín.Era el 18 de julio. Pasaban unos minutos de las seis de la mañana, cuando después de una noche en vela, de insomnio y nicotina, el oficial Balboa recibe un mensaje clave en la historia de España.


“Gloria al heroico ejército de África. España sobre todo. Recibid el saludo entusiasta de estas guarniciones, que se unen a vosotros y demás compañeros Península en estos momentos históricos. Fe ciega en el triunfo. Viva España con honor. General Franco”.


El mensaje inicial procedente de Canarias se repite desde Cartagena y llega a la estación, con la pretensión de que desde esta infraestructura se propague a toda la Armada.Estaba claro que para Balboa, hijo de unos vecinos de Rus(Carballo), esta jornada sería diferente a todas las demás. Los militares se habían sublevado. Sus convicciones republicanas le hicieron informar del mensaje al jefe de la secretaría del Ministro de la Marina, José Giral.


Siguiendo las instrucciones de la persona contactada, pasa a limpio el texto de Franco y llama a un ordenanza para remitirlo en un sobre cerrado a un paisano gallego. El ministro de Guerra y Presidente del Consejo, Santiago Casares Quiroga.Balboa se salta a propósito a su superior más inmediato, al jefe de la estación Ibáñez Aldecoa, que se presenta en su despacho y le arrebata el sobre. Recrimina la actitud de Balboa, y se comunica telefónicamente con Jefe del Estado Mayor de la Armada,el Vicealmirante Salas, que lo emplaza a difundir el mensaje subversivo.



Ibáñez Aldecoa pretende dar difusión al aviso, pero en la sala de operaciones encuentra con la oposición de Balboa. Lo arresta, pero el radiotelegrafista no se intimida. Es más, lo apunta con una pistola y encierra al Capitán en una habitación. El valiente gallego da cuenta al gobierno de la situación creada y con la ayuda de otras personas, comienza a comunicarse con los efectivos de la Armada para ir dando cuenta de la sublevación, y procurando asesorar a los fieles a la República.



Este hombre alcanza una popularidad y relevancia de primer orden. Aparte de ascender en el escalafón del gobierno, llegando a ser Subsecretario de Marina y Aire, muchos medios la dedican reportajes y entrevistas como La Libertad, Estampa o Mundo Gráfico.


A comienzos de 1939 los republicanos ya no se libran de un fuerte olor a derrota. Benjamín Balboa es uno de los que se escapa a Francia. En Marsella conoce a Katia Landau (otro personaje importante) que acaba compartiendo con este hombre el exilio mejicano hasta su muerte, previa estancia en Casablanca.



La historia de Balboa es apasionante y se encuentra documentada en libros como “La flota es roja” de Daniel Sueiro. Miembro de una familia numerosa e hijo de maestro, fue conociendo diferentes lugares según los destinos profesionales paternos, como Malpica o Cesuras, dejando familiares también núcleos de la Costa da Morte como los que tiene en el municipio de Zas.


Benjamín Balboa, sobre el que escribió también el historiador Luís Romero, era adepto a la masonería, con el pseudónimo de  Savonarola. Yo conservaba débiles ecos de su historia, pero fue precisamente un pariente suyo, usando el mismo “nick”, el que me acercó a su biografía. Los libros de Sueiro, Romero, comentarios, artículos comparten desde hace fechas recientes mi laboratorio creativo.La huella de Benjamín merece la pena. Como merece la pena haber conocido a ese amigo anónimo que ha encendido una luz en mi camino de estrellas que representan las historias que voy coleccionando. Y una ya lleva el nombre de Benjamín.



FOTOS-MUNDO GRÁFICO/ESTAMPA
TWITTER @anosacosta



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